Tropezando seguido, te acabas cayendo…
Por Alberto Bermúdez el 21 de agosto de 2011
Pues eso. Que ya los previos del rally fueron de infarto. Solucionando contratiempo tras contratiempo que iba surgiendo con un esfuerzo enorme de todos,… y así llegamos con la esperanza de que todo aquello acababa en la línea de salida en la Plaza de España, en antaño presidida por el caudillo a caballo, y en esta ocasión presidida por los miles de caballos de las monturas que se disponían a partir hacia los complicados y largos tramos de esta edición, y entre ellos modestamente nosotros.
Pero nada de eso sucedió y el periplo de tropezones nos persiguieron todo el rally. Primer tramo de contacto con prudencia. Segundo tramo cable de acelerador trabado a fondo y 20 interminables km achicharrando frenos y embrague. Al final del tramo se solucionó. Tercer tramo nocturno el único que fuimos disfrutando. Por cierto, precioso correr de noche. Cuarto tramo urbano no por corto menos agónico pues lo corrimos sin presión de aceite con la espada de Damocles de una posible rotura de motor a nada que nos despistáramos por lo que más pendiente de los alarmantes testigos encendidos que del tramo y las notas. Titánico esfuerzo de Jose y Bruno en la asistencia solucionando el problema. Nos quedaba solo un litro de aceite en el motor…
Y así nos fuimos para la segunda etapa con todo solucionado y dispuestos por fin a rodar sin estar pendientes de averías. Pero no pudo ser. Quinto tramo el coche falla en altas. El sexto lo hicimos neutralizados corrigiendo notas y en la asistencia cambiamos bujías un poco por probar pues era lo que teníamos aunque nuestra sospecha más fuerte era bobinas. Séptimo y penúltimo tramo fue el del tropezón definitivo. A falta de 20 km de tramo el coche falla por completo, ratea a cualquier régimen y nos obliga a hacer la temida parada definitiva del abandono. Las bobinas acabaron cediendo, o eso creemos y supone el final del periplo de tropezones.
“Así che son as carreiras”. Por lo menos la avería no parece seria, en principio. Crucemos los dedos. El coche está entero y la experiencia tiene igualmente muchas cosas positivas.
Tengo que dar las gracias a muchos que hicieron posible el rally. Gon, Paco, Pedro, y muy especialmente a Jose y Bruno por la brutal labor antes y durante el rally. También a Nani y familia por la paciencia y sobrecarga especial en estos días que estuve tan centrado en el rally. A Lavamanía, Carpintería de aluminio El Paraguas y Alineados Gonfer por el esfurzo extra para posibilitar este rally. Y por último a los muchos que se desplazaron a los tramos y no pudieron verme en condiciones. Lo siento,…, por todos.
Hasta la próxima…